sábado, 24 de mayo de 2008

Capítulo 1 - Despertar en Francia


Una suave brisa veraniega entra por la ventana...lentamente el Coronel Kobold von Clausewitz va abriendo los ojos...y, mira con sus entrecerrados ojos el reloj, las agujas marcan las tres de la tarde, dandole cuerda al reloj, un dia mas. La cabeza le da vueltas, pese a la profunda resaca, sabe perfectamente que dia es hoy, 23 de junio de 1940.

Enciende un cigarrillo, sin salir de la cama y mira a su alrededor, parece que su tropa ha asimilado aun peor los efectos de la fiesta de la noche anterior, el y sus cuatro leales compañeros dieron buena cuenta del exquisito vino de una bodega cercana, la fiesta se prolongo hasta tarde, aunque Kobold no bebio tanto como sus compañeros. Supieron celebrar por todo lo alto un feliz hecho, ayer Francia firmaba la capitulacion, y no en un sitio cualquiera, sino que por voluntad del Fürher se firma en el mismo tren donde alemania se rindió a finales de 1918, poniendo termino a la Gran Guerra, aunque esta vez los papeles han cambiado para mejor. El mundo se antoja esta vez al alcance de Germania, nuestra táctica de la Blitzkrieg ha hecho que nuestra noble nación conquiste en 10 meses, lo que el II Reich no pudo en cuatro años de guerra, ademas de numerosos territorios.

No hay prisa, Kobold se abrocha lentamente su camisa blanca mientras la habitacion permanece en un profundo silencio, solo roto por alguna respiracion profunda ocasional, decide dejar dormir a los muchachos, - Se lo han ganado, se dice a sí mismo. Se abrocha su guerrera, y se mira orgulloso en el espejo, sus profundos ojos azules se fijan en sus condecoraciones, una Cruz de Hierro de 1º Clase, y una insignia panzer de 3º Clase y una cajita de madera donde guarda otras condecoraciones menores...aunque sus ojos ahora miran hacia un sobre, y Kobold sonrie ligeramente al recordar que en el guarda su preciada Cruz de Caballero, otorgada recientemente por sus servicios en el frente frances. Le da la última calada al cigarro, y abandona la habitacion con su gorra de Öberst (Coronel) bajo el brazo.

-Mala hora para comer, casi mejor espero a la cena y de paso se me asienta el estomago, piensa. - Mientras me voy a dar un señor paseo, no va a haber desde luego mucha accion en una buena temporada. Hace un dia precioso e invita al paseo, el cabello rubio de Kobold brilla intensamente al sol, decide empezar a andar por una pista forestal, sin rumbo fijo, pensando en cuantas veces ha estado apunto de morir en combate y cuantas veces volverá a estar en la misma situación, afortunadamente su veterana tripulación junto con su larga experiencia y talento innato hacen que su manejo del panzer IV sea poesia sobre orugas. Aun le duele intensamente el brazo izquierdo, debido a la herida de metralla recibida treinta días atras, por el impacto de un proyectil antitanque mientras iba asomado en la cupula de su Panzer, pese a que el medico insistio en que se retirara unos días del frente, Kobold se negó obcecadamente, vive para el frente, su vida es la guerra, y mas si es por el nuevo orden que Alemania establecerá en el mundo

Tiene una profunda fe en la victoria, en el Fürher y sus superiores, y ante todo posee fe en si mismo, nunca le ha gustado meterse en politica, aunque cree que el III Reich es el sistema definitivo, solo que tiene una espina clavada respecto del Nacionalsocialismo, el tema del judaismo, nunca se le ha ocurrido pensar que sean los culpables de nada y durante su infancia y adolescencia tuvo unos buenos amigos judios de los que supo años despues que habian perdido su empleo, sus derechos, su vida.....aunque por supuesto no puede decir nada y mucho menos actuar, debe mirar a otro lado, ojos que no ven, corazón que no siente, aunque a veces se plantea que nada puede ser perfecto y que algo malo tendria que tener el nuevo gobierno. Si Alemania quiere conquistar el mundo, quizas tengamos que acabar con la cuestión judía pese lo que nos pese, debemos confiar en la persona del Fürher que tan brillante futuro nos está poniendo en bandeja.

Vuelve a mirar el reloj, 1 hora para la hora de cenar... pone camino de vuelta, apretando el paso, acaba de recordar que tiene una cena de importancia con sus mandos superiores, esta tambien promete ser una noche larga....